Fue una estada corta, pero realmente este país tiene lugares como para poder pasar 2 semanas tranquilamente visitándolo. Toda la costa, desde Rovinj a Dubrovnik, pasando por Split.

Recuerda que en Croacia usan la Kuna Croata, y todo y que en la mayoría de los sitios turísticos puedes pagar en euros, no deberías de tener problemas para pagar con tarjeta.
Nosotros entramos al país por el norte y empezamos por la capital, la cual podéis visitar en una mañana, pues necesitareis dedicar tiempo a toda su costa, y creernos que necesitareis días y días para disfrutarla entera.

Puedes leer este post que te dejamos aquí con todas las cosas que ver y hacer en Croacia mucho más amplio.
Zagreb
Iglesia de San Marcos
Está ubicada en el histórico barrio de Gradec, es quizá el edificio más pintoresco y fotogénico de Zagreb. Fue construida en el s.XIII en estilo románico y reformada más tarde en estilo gótico tardío. Su parte más relevante es el portal de la fachada sur, con 15 estatuas góticas, pero lo que atrae todas las miradas son los dos enormes escudos de armas que ocupan todo el tejado

Puerta de piedra
Muy cerca de la Iglesia de San Marcos esta la Puerta de piedra en el mismo barrio de Gradec, que en su tiempo fue una ciudad independiente, se pueden ver o intuir las antiguas murallas de defensa.
Torre Lotrscak
Una de las zonas más agradables de Gradec es el Paseo Strossmayer (Strossmayerovo šetalište), desde el cual se tienen unas magníficas vistas de la ciudad y donde se puede disfrutar de terrazas, música en directo, cine al aire libre, etc. Su lugar más simbólico es la Torre Lotrščak (Kula Lotrščak), construida en el s.XIII como parte de la muralla defensiva.

Calle Tkalcica
La mejor forma de internarse en Gradec es hacer el largo paseo por la Calle Tkalčića (Ulica Ivana Tkalčića), una animadísima calle con decenas de terrazas y un gran ambiente a cualquier hora. Pero además de disfrutar del paseo, la gastronomía local y la cerveza, os sugerimos curiosear por las callejuelas perpendiculares, que muchas veces esconden rincones entrañables olvidados por el turismo.
Catedral de Zagreb
La calle Tkalčića conecta al sur con el barrio de Kaptol, antigua ciudad que se unió a Gradec para formar la moderna Zagreb en 1851. El símbolo más importante de Kaptol es la Catedral de Zagreb, con sus dos enormes torres góticas, visibles desde casi cualquier lugar de la ciudad.

Rovinj
Una de las regiones de Croacia que más nos gustó y sorprendió fue Istria. Esta pequeña península, ubicada justo al sur de Eslovenia, no está masificada, tiene un litoral precioso y varias ciudades bellísimas, como Rovinj. Se trata de una pequeña ciudad con aroma de pueblo pesquero, con bonitas callejuelas medievales, un pequeño puerto y la imponente Basílica de Santa Eufemia coronando una pequeña colina con vistas al mar.

Pula
Pula, el destino turístico más popular de Istria. Aunque en su conjunto quizá no es tan bella como Rovinj, la riqueza de su patrimonio romano la hace merecedora de un lugar destacado en el turismo de Croacia. Su principal atractivo, sin duda, es el enorme Anfiteatro de Pula, pero también se puede visitar un arco de triunfo, el Templo de Augusto y otras ruinas de gran relevancia arqueológica.

Lagos Plitivice
De los mejores lugares que visitar de Croacia, vale y mucho la pena poder acercarte y darte una vuelta por el parque. Por suerte cuando nosotros lo visitamos, en verano del 2020, estábamos completamente solos y pudimos disfrutar del parque y hacer un montón de fotos.

El único inconveniente es que no te puedes bañar en sus lagos, pero si que lo puedes hacer si tienes una tarde libre o te sobran unas horas, puedes visitar el parque natural de krka, igual de impresionante, no tan masificado y te puedes bañar. Para más información os dejamos el link del PN

Zadar
En pleno centro del país, ya en la región de Dalmacia, se encuentra Zadar, una ciudad que combina perfectamente todos los encantos de las poblaciones de la Costa Dálmata. Quizá no es tan impresionante como Split o Dubrovnik, pero tiene mucho encanto y menos turismo. Entre otras cosas, se puede visitar su original Órgano de Mar, el Saludo al Sol, su foro romano, la Catedral de Santa Anastasia, con su torre veneciana, o la Puerta Terraferma.

Dubrovnik
Y llegamos por fin a Dubrovnik, la joya del Adriático, donde empiezan o acaban la mayoría de los viajes por Croacia. Dubrovnik es una ciudad increíblemente bella. Tanto, que parece un decorado de cine (y en parte lo es, como bien saben los fans de “Juego de Tronos”).

Es recomendable dar un paseo por sus murallas antes de adentrarse por las callejuelas del casco antiguo. Por suerte nosotros no conocemos la Dubrovnik masificada, más bien lo contrario. Pasamos casi 2 días en la ciudad y podías caminar y hacer fotos sin problemas. Lo mejor para nosotros, no se encuentra en la ciudad, si no en las muchas playas y calas que hay en la carretera de la costa antes de llegar a Dubrovnik.

Allí por casualidad, vimos como un pequeño camino en la carretera el cual nos llevó probablemente a una de las mejores playas que jamás hemos estado, y como no, totalmente solos.

Antes de llegar a Dubrovnik, nuestra intención era visitar Bosnia, pero en la época en la que estamos nos pedían un PCR negativo 72 horas antes de entrar, sabiendo que es muy probable que necesitemos PCR para entrar en Grecia y en algún país más, preferimos en este caso ahorrarnos los 100 o 150 euros que vale esta prueba, para poder destinarlos por ejemplo en entrar en Grecia ya que tenemos los vuelos contratados para viajar a Santorini.
Nos quedaríamos aquí días y días, disfrutar sin cruzarte con apenas gente y tener playas, parques y ciudades casi para nosotros solos es un lujo que sabemos y esperemos que jamás podamos repetir. Empezamos ya a notar el cansancio pues llevamos cerca de una semana de ruta, pero no se nos acaban las fuerzas y tenemos ganas de adentrarnos en los auténticos Balcanes, próxima parada, Montenegro.
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